Los ángeles: ¿cómo influyen en nuestra vida?
EL PROFETA Daniel contempló una visión en la que aparecía la familia celestial de Dios. He aquí lo que
escribió: “Había mil millares [de ángeles] que seguían ministrándole [a Dios], y diez mil veces diez mil que
seguían de pie directamente delante de él” (Daniel 7:10). Estas palabras permiten ver cuál fue el propósito
de Dios al crear a los ángeles: que le atendieran y estuvieran siempre listos para cumplir sus
instrucciones.
Dios se vale de los ángeles para desempeñar ciertas funciones relacionadas con los seres humanos.
Veamos cómo los utiliza a fin de fortalecer y proteger a su pueblo, comunicar mensajes a los hombres y
ejecutar los juicios de Dios contra los malvados.
Los ángeles fortalecen y protegen
Las criaturas espirituales han demostrado gran interés en la humanidad desde que fueron testigos de la
creación de la Tierra y los primeros seres humanos. La personificación de la sabiduría, Jesucristo, en su
existencia prehumana, dijo: “Las cosas que fueron el objeto de mi cariño estuvieron con los hijos de los
hombres” (Proverbios 8:31). La Biblia además indica que “los ángeles desean mirar con cuidado” en los
asuntos relacionados con Cristo y el futuro que han sido revelados a los profetas de Dios (1 Pedro 1:11, 12).
Andando el tiempo, los ángeles leales vieron que la mayoría de la humanidad no servía a su amoroso
Creador. ¡Cuánto debió de entristecerlos! Por otra parte, “surge gozo entre los ángeles” siempre que un
pecador se arrepiente y se vuelve a Jehová (Lucas 15:10). Ellos se interesan mucho por el bienestar de
quienes sirven a Dios, y Jehová los ha utilizado reiteradamente para fortalecer y proteger a Sus fieles
siervos terrestres (Hebreos 1:14). Recordemos algunos ejemplos.
Dos ángeles ayudaron al justo Lot y a sus hijas a sobrevivir a la destrucción de las perversas ciudades de
Sodoma y Gomorra sacándolos de aquel distrito (Génesis 19:1, 15-26).* Siglos después, el profeta Daniel
fue arrojado al foso de los leones, pero no sufrió ningún daño. ¿Por qué razón? “Mi propio Dios envió a su
ángel y cerró la boca de los leones”, relató él (Daniel 6:22). Los ángeles animaron a Jesús cuando comenzó
su ministerio terrestre (Marcos 1:13). Y, poco antes de su muerte, un ángel se le apareció y “lo fortaleció”
(Lucas 22:43). ¡Qué gran apoyo debió de suponer para Jesús contar con esa ayuda angélica en los
momentos más cruciales de su vida! Fue también un ángel el que liberó al apóstol Pedro de la prisión
(Hechos 12:6-11).
¿Nos protegen los ángeles en la actualidad? Si adoramos a Jehová tal como lo indica su Palabra, se nos
garantiza que sus poderosos ángeles invisibles nos protegerán. La Biblia asegura: “El ángel de Jehová está
acampando todo en derredor de los que le temen, y los libra” (Salmo 34:7).
Sin embargo, hemos de reconocer que los ángeles están primordialmente al servicio de Dios y no de los
seres humanos (Salmo 103:20, 21). Obedecen las órdenes de Dios, no las peticiones de los hombres; de ahí
que no debamos pedir ayuda a los ángeles, sino a Jehová Dios (Mateo 26:53). Claro está, dado que los
ángeles son invisibles a nuestros ojos, no podemos decir hasta qué punto Dios los utiliza para ayudar a la
gente. No obstante, sabemos que Jehová desea “mostrar su fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es
completo para con él” (2 Crónicas 16:9; Salmo 91:11). Tenemos la seguridad de que “no importa qué sea lo
que pidamos conforme a su voluntad, [Dios] nos oye” (1 Juan 5:14).
Las Escrituras también nos dicen que nuestras oraciones y adoración deben dirigirse solo a Dios (Éxodo
20:3-5; Salmo 5:1, 2; Mateo 6:9). Los ángeles fieles nos animan a hacerlo así. Por ejemplo, cuando el
apóstol Juan quiso adorar a uno de ellos, este lo reprendió, diciendo: “¡Ten cuidado! ¡No hagas eso! [...]
Adora a Dios” (Revelación 19:10).
Los ángeles comunican los mensajes divinos
El término que dio origen a la palabra ángel significa “mensajero”. Y es que los ángeles también sirven a
Dios portando mensajes divinos para los hombres. Por ejemplo, “el ángel Gabriel fue enviado de parte de
Dios a una ciudad de Galilea cuyo nombre era Nazaret”. ¿Para qué? Para informar a una joven llamada
María de que aunque era virgen, quedaría embarazada y daría a luz un hijo al que pondría por nombre Jesús
(Lucas 1:26-31). Asimismo, un ángel fue enviado a los pastores que estaban en el campo para anunciarles
que “Cristo el Señor” había nacido (Lucas 2:8-11). Igualmente, ángeles llevaron mensajes divinos a
Abrahán, Moisés, Jesús y otras personas de tiempos bíblicos (Génesis 18:1-5, 10; Éxodo 3:1, 2; Lucas
22:39-43).
¿Cómo sirven los ángeles de mensajeros hoy día? Pensemos en la obra que Jesús predijo que realizarían
sus seguidores antes del fin de este sistema de cosas. “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en
toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”, dijo (Mateo 24:3,
14). Los testigos de Jehová dedican más de mil millones de horas al año a predicar las buenas nuevas del
Reino de Dios. Pero ¿sabía usted que los ángeles también participan en esta obra? El apóstol Juan relató lo
siguiente sobre una visión que tuvo: “Vi a otro ángel que [...] tenía buenas nuevas eternas que declarar
como noticias gozosas a los que moran en la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo” (Revelación
14:6, 7). Estos versículos destacan la labor principal que efectúan los ángeles hoy a favor de la humanidad.
Los testigos de Jehová ven pruebas claras de la dirección angélica cuando predican de casa en casa.
Muchas veces hablan con personas que estaban pidiéndole a Dios que alguien les ayudara a conocer Sus
propósitos. Gracias a la guía angélica y a la iniciativa de los Testigos, todos los años cientos de miles de
personas llegan a conocer a Jehová. Deseamos que usted también se beneficie de esta obra salvadora que
se realiza bajo la dirección de los ángeles.
Los ángeles ejecutan los juicios de Dios
Aunque no están autorizados para juzgar a los seres humanos, los ángeles no son simples observadores
(Juan 5:22; Hebreos 12:22, 23). En el pasado, llevaron a cabo los juicios de Dios en calidad de ejecutores.
Por ejemplo, Dios utilizó ángeles para guerrear contra los antiguos egipcios, que esclavizaban a los
israelitas (Salmo 78:49). Y en una sola noche, “el ángel de Jehová” ajustició a 185.000 soldados en el
campamento de una nación enemiga del pueblo de Dios (2 Reyes 19:35).
En el futuro, los ángeles también se encargarán de ejecutar los juicios adversos de Dios. Jesús vendrá “con
sus poderosos ángeles en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre
los que no obedecen las buenas nuevas” (2 Tesalonicenses 1:7, 8). Pero hay que decir que esta destrucción
les sobrevendrá solo a quienes no respondan favorablemente al mensaje que ahora se predica por todo el
planeta con el apoyo angélico. Nadie que busque a Dios y se atenga a las enseñanzas bíblicas sufrirá daño
alguno (Sofonías 2:3).
¡Qué agradecidos podemos estar a los ángeles fieles, que siempre cumplen las instrucciones de Dios!
Jehová los emplea para ayudar y proteger a sus siervos leales en la Tierra, lo cual es particularmente
animador, pues existen peligrosas criaturas espirituales llamadas demonios que intentan perjudicarnos.
¿Quiénes son los demonios?
Durante los primeros quince siglos después que Satanás engañó a Eva en el Edén, la familia celestial de
Dios observó cómo el Diablo logró apartar de Dios a toda la humanidad con la excepción de unos cuantos
seres humanos fieles, tales como Abel, Enoc y Noé (Génesis 3:1-7; Hebreos 11:4, 5, 7). Incluso hizo lo
mismo con algunos ángeles, identificados en la Biblia como los espíritus que fueron desobedientes “en los
días de Noé” (1 Pedro 3:19, 20). ¿En qué desobedecieron?
En tiempos de Noé, un número indeterminado de ángeles rebeldes abandonaron su posición en la familia
celestial de Dios, bajaron a la Tierra y se materializaron. ¿Por qué? Habían abrigado el deseo de tener
relaciones sexuales con las mujeres. Fruto de esas relaciones nacieron los nefilim, hombres violentos de
gran talla. Además, “la maldad del hombre abundaba en la tierra, y [...] toda inclinación de los
pensamientos del corazón de este era solamente mala todo el tiempo”. Ahora bien, Jehová Dios no
permitió que esta corrupción siguiera, y trajo un diluvio universal que barrió de la faz de la Tierra a todos
los malos, incluidos los nefilim. Los únicos seres humanos que sobrevivieron fueron los siervos fieles de
Dios (Génesis 6:1-7, 17; 7:23).
Los ángeles rebeldes no perdieron la vida en el Diluvio, pues abandonaron su cuerpo físico y regresaron al
mundo espiritual. Desde entonces se les conoce como demonios. Estos apoyan a Satanás, a quien se le
llama “el gobernante de los demonios” (Mateo 12:24-27). Al igual que su dirigente, los demonios desean
que los seres humanos les rindan culto.
Los demonios son peligrosos, pero no tenemos por qué temerles, ya que su poder es limitado. Cuando
estos ángeles desobedientes volvieron al cielo, no se les permitió integrarse de nuevo en la familia de Dios
compuesta de ángeles fieles. Se les negó cualquier tipo de iluminación espiritual de parte de Dios,
dejándoles ante sí un nefasto futuro. En efecto, se les rebajó a una condición de oscuridad espiritual
conocida como el Tártaro (2 Pedro 2:4). Jehová los ató con “cadenas sempiternas”, de modo que
permanecen en oscuridad espiritual. Además, no pueden materializarse adoptando cuerpos humanos
(Judas 6).
¿Qué debería hacer usted?
¿Influyen los demonios de alguna manera sobre la humanidad? Sí. Para ello recurren a “maquinaciones” o
“artimañas” como las que utilizó su gobernante, Satanás (Efesios 6:11, 12, nota). Sin embargo, si
aplicamos el consejo de la Palabra de Dios, podemos oponer resistencia a los demonios. Es más, quienes
aman a Dios cuentan con la protección de ángeles poderosos.
Los ángeles: su influencia en la humanidad
“Después de estas cosas vi a otro ángel que descendía del cielo, con gran autoridad [...]. Y él clamó con
voz poderosa, y dijo: ‘¡Ha caído! ¡Babilonia la Grande ha caído[!]’.” (REVELACIÓN [APOCALIPSIS] 18:1, 2.)
1, 2. ¿Qué muestra que Jehová utiliza a los ángeles para llevar a cabo su voluntad?
EXILIADO en la isla de Patmos, el anciano apóstol Juan recibió visiones proféticas. En ellas contempló
emocionantes sucesos cuando, “por inspiración”, llegó a estar “en el día del Señor”. Ese día comenzó con
la coronación de Jesucristo en el año 1914 y se extenderá hasta el fin de su Reinado Milenario (Revelación
1:10).
2 Jehová Dios no le dio esta revelación a Juan directamente, sino que usó un conducto. Revelación 1:1
declara: “Una revelación por Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus esclavos las cosas que tienen
que suceder dentro de poco. Y él envió a su ángel y mediante este la presentó en señales a su esclavo
Juan”. Jehová, mediante Jesús, utilizó a un ángel para dar a conocer a Juan las cosas maravillosas
relacionadas con “el día del Señor”. En cierto momento, el apóstol también vio a “otro ángel que descendía
del cielo, con gran autoridad”. ¿Cuál era la misión de este ángel? El libro de Revelación indica que “clamó
con voz poderosa, y dijo: ‘¡Ha caído! ¡Babilonia la Grande ha caído[!]’” (Revelación 18:1, 2). Este poderoso
ángel tuvo el privilegio de anunciar la caída de Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa.
De modo que no cabe ninguna duda de que Jehová utiliza a los ángeles para llevar a cabo una parte
importante de su voluntad. Pero antes de examinar el papel de los ángeles en el propósito de Dios y su
influencia en nuestras vidas, veamos cuál fue el origen de estas criaturas espirituales.
¿Cómo llegaron a existir los ángeles?
3. ¿Qué idea errónea sobre los ángeles tienen muchas personas?
3 Hoy día, millones de seres humanos creen en los ángeles. Sin embargo, muchos tienen ideas erróneas
sobre su cometido y su origen. Por ejemplo, algunas personas religiosas piensan que cuando muere un ser
querido, Dios se lo lleva a su lado y lo convierte en un ángel. ¿Es eso lo que la Palabra de Dios enseña en
cuanto al origen, la existencia y el propósito de los ángeles?
4. ¿Qué nos dicen las Escrituras sobre el origen de los ángeles?
4 El ángel con más poder y autoridad —el ángel principal— recibe el nombre de Miguel el arcángel (Judas
9). Ese ángel no es otro que Jesucristo (1 Tesalonicenses 4:16). Hace incontables millones de años,
cuando Jehová decidió ser el Creador, este Hijo angélico fue la primerísima de sus creaciones (Revelación
3:14). Después, y a través de ese Hijo primogénito, creó a todos los demás ángeles (Colosenses 1:15-17).
Refiriéndose a ellos como sus hijos, Jehová preguntó al patriarca Job: “¿Dónde te hallabas tú cuando yo
fundé la tierra? Infórmame, si de veras conoces el entendimiento. [Dime] quién colocó su piedra angular,
cuando las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a
gritar en aplauso” (Job 38:4, 6, 7). Es obvio, pues, que los ángeles fueron creados por Dios y llegaron a
existir mucho antes que los seres humanos.
5. ¿Cómo están organizados los ángeles?
5 “Dios no es Dios de desorden, sino de paz”, afirma 1 Corintios 14:33. En armonía con este hecho, Jehová
ha organizado a sus hijos angélicos en tres categorías básicas: 1) serafines, los cuales sirven a Dios junto
a su trono, proclaman su santidad y mantienen la pureza espiritual de su pueblo; 2) querubines, que
sostienen la majestad de Jehová, y 3) otros ángeles que llevan a cabo su voluntad (Salmo 103:20; Isaías
6:1-3; Ezequiel 10:3-5; Daniel 7:10). ¿De qué maneras influyen en los seres humanos estas criaturas
espirituales? (Revelación 5:11.)
¿Qué funciones cumplen los ángeles?
6. ¿Para qué usó Jehová a querubines con relación al jardín de Edén?
6 La primera referencia directa a las criaturas espirituales se halla en Génesis 3:24, donde leemos:
“[Jehová] expulsó al hombre, y al este del jardín de Edén apostó los querubines y la hoja llameante de una
espada que continuamente daba vueltas para guardar el camino al árbol de la vida”. Estos querubines
hicieron del todo imposible que Adán y Eva regresaran al jardín de Edén, su hogar original. Aquello sucedió
al principio de la historia humana. ¿Qué funciones han cumplido los ángeles desde entonces?
7. ¿Qué significan las palabras para “ángel” en las lenguas originales, y qué indica esto sobre una de las
funciones que cumplen los ángeles?
7 Los ángeles se mencionan cerca de cuatrocientas veces en la Biblia. Tanto en hebreo como en griego, la
palabra para “ángel” puede traducirse por “mensajero”. En efecto, los ángeles han servido de conducto de
comunicación entre Dios y la humanidad. Por ejemplo, Jehová empleó uno de ellos para entregar su
mensaje al apóstol Juan, como vimos en los primeros dos párrafos de este artículo.
8, 9. a) ¿Qué efecto tuvieron las visitas de un ángel en Manóah y su esposa? b) ¿Qué pueden aprender los
padres de la conversación de Manóah con un ángel de Dios?
8 Jehová también utiliza a los ángeles para apoyar y animar a sus siervos humanos. Allá en tiempos de los
jueces de Israel, Manóah y su esposa anhelaban tener un hijo, pero ella era estéril. Pues bien, Jehová
envió a un ángel para transmitirle a ella este mensaje: “¡Mira!, estarás encinta y ciertamente darás a luz un
hijo, y no debe venir navaja sobre su cabeza, porque nazareo de Dios es lo que el niño llegará a ser desde
que salga del vientre; y él es quien llevará la delantera en salvar a Israel de la mano de los filisteos”
(Jueces 13:1-5).
9 La esposa de Manóah dio a luz a Sansón, el célebre personaje bíblico (Jueces 13:24). Antes de que
naciera el niño, Manóah solicitó que el ángel regresara para darle instrucciones sobre cómo criarlo.
Entonces le preguntó: “¿Cuál llegará a ser el modo de vivir del niño, y su trabajo?”. En respuesta, el ángel
de Jehová le repitió las instrucciones que ya le había dado a su esposa (Jueces 13:6-14). Sin duda, las
palabras del ángel animaron mucho a Manóah. Es verdad que los ángeles ya no visitan a las personas
como en aquel tiempo, pero los padres de hoy hacen bien en imitar a Manóah y buscar la dirección de
Jehová al criar a sus hijos (Efesios 6:4).
10, 11. a) ¿Cómo reaccionó Eliseo ante la ofensiva del ejército sirio, y cómo reaccionó su servidor? b)
¿Cómo puede beneficiarnos examinar aquel suceso?
10 Hallamos un impresionante ejemplo de apoyo angélico en los días del profeta Eliseo, cuando este se
encontraba en la ciudad israelita de Dotán. Cierto día, su servidor se levantó temprano y vio que la ciudad
estaba rodeada por caballos y carros de guerra: el rey de Siria había enviado una poderosa fuerza militar
para capturar a Eliseo. ¿Cuál fue su reacción al ver aquello? Con miedo, tal vez con pánico, gritó: “¡Ay, amo
mío! ¿Qué haremos?”. Para él, todo parecía perdido, pero Eliseo respondió: “No tengas miedo, porque hay
más que están con nosotros que los que están con ellos”. ¿Qué quiso decir? (2 Reyes 6:11-16.)
11 Eliseo sabía que las huestes angélicas estaban allí, dándole apoyo. Sin embargo, su servidor no las
veía, de modo que Eliseo se puso a orar a Dios y a pedirle: “Oh Jehová, ábrele los ojos, por favor, para que
vea”. Pues bien, el relato sigue diciendo que “inmediatamente Jehová abrió los ojos al servidor, de manera
que él vio; y, ¡mire!, la región montañosa estaba llena de caballos y carros de guerra de fuego todo en
derredor de Eliseo” (2 Reyes 6:17). El servidor pudo entonces ver las huestes angélicas. En nuestro caso,
el discernimiento espiritual nos permite percibir que los ángeles, todos ellos bajo la dirección de Jehová y
de Cristo, brindan apoyo y protección al pueblo de Dios.
Apoyo angélico en tiempos de Cristo
12. ¿Qué apoyo recibió María del ángel Gabriel?
12 Pensemos en el apoyo que recibió la virgen judía María cuando escuchó esta noticia: “Concebirás en tu
matriz y darás a luz un hijo, y has de ponerle por nombre Jesús”. Justo antes de transmitirle este
asombroso mensaje, el ángel Gabriel —enviado por Dios— le había dicho: “No temas, María, porque has
hallado favor con Dios” (Lucas 1:26, 27, 30, 31). ¡Cuánto ánimo y fortaleza debió de infundirle esta garantía
de que contaba con el favor divino!
13. ¿Cómo apoyaron los ángeles a Jesús?
13 Otro ejemplo de apoyo angélico fue lo que ocurrió después que Jesús resistió las tres tentaciones que
Satanás le puso en el desierto. El relato nos dice que, una vez concluidas esas pruebas, “el Diablo lo dejó,
y, ¡mire!, vinieron ángeles y se pusieron a ministrarle” (Mateo 4:1-11). Algo parecido sucedió la noche antes
de que Jesús muriera. Lleno de angustia, se arrodilló y elevó esta oración: “Padre, si deseas, remueve de
mí esta copa. Sin embargo, que no se efectúe mi voluntad, sino la tuya”. Y, a continuación, leemos:
“Entonces se le apareció un ángel del cielo y lo fortaleció” (Lucas 22:42, 43). Pero ¿cómo nos apoyan hoy
los ángeles?
Apoyo angélico en nuestros tiempos
14. ¿Qué persecución han tenido que aguantar los testigos de Jehová en nuestros tiempos, y con qué
resultados?
14 Cuando examinamos la historia moderna de la predicación de los testigos de Jehová, ¿no vemos
pruebas de que los ángeles los apoyan? Por ejemplo, en Alemania y Europa occidental, el pueblo de Jehová
pudo resistir el ataque del nazismo tanto antes como en el transcurso de la II Guerra Mundial, que se
extendió de 1939 a 1945. En España, Italia y Portugal tuvieron que aguantar aun durante más tiempo el
acoso de regímenes fascistas católicos. En la ex Unión Soviética y sus países satélites soportaron
décadas de persecución. Y no hay que pasar por alto el hostigamiento que los Testigos han padecido en
varios países de África.* Aún más recientemente, los siervos de Jehová han sufrido una feroz persecución
en el país de Georgia. En efecto, Satanás ha intentado por todos los medios acabar con la labor de los
testigos de Jehová. Sin embargo, estos han sobrevivido como organización y han prosperado, lo que en
parte se debe al escudo protector que les han brindado los ángeles (Salmo 34:7; Daniel 3:28; 6:22).
15, 16. ¿Qué apoyo angélico reciben los testigos de Jehová en su ministerio mundial?
15 Los testigos de Jehová se toman muy en serio su comisión de predicar las buenas nuevas del Reino de
Dios en toda la Tierra, así como de hacer discípulos enseñando la verdad bíblica a las personas que
muestran interés (Mateo 28:19, 20). No obstante, saben bien que no pueden cumplir tal encomienda sin el
apoyo de los ángeles. Así, las palabras de Revelación 14:6, 7 han sido para ellos una constante fuente de
estímulo. Allí leemos: “[Yo, el apóstol Juan,] vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y tenía buenas
nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra, y a toda nación y tribu y
lengua y pueblo, y decía con voz fuerte: ‘Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora del juicio
por él, de modo que adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de las aguas’”.
16 Estas palabras muestran claramente que los ángeles respaldan y dirigen la gran obra mundial de
evangelización que los testigos de Jehová llevan a cabo. Jehová emplea a sus ángeles para que las
personas sinceras se dirijan a sus Testigos, y también para guiar a sus siervos a los merecedores. Eso
explica por qué tantas veces —demasiadas para ser simple coincidencia— sucede que un testigo de
Jehová encuentra a una persona en el preciso momento en que esta atraviesa una crisis y necesita ayuda
espiritual.
Una impresionante misión en el futuro cercano
17. ¿Qué fue capaz de hacerles a los asirios un solo ángel?
17 Además de ser mensajeros y un socorro fortalecedor para los siervos de Jehová, los ángeles cumplen
otra función. En tiempos antiguos fueron ejecutores de juicios divinos. Por ejemplo, en el siglo VIII antes
de nuestra era, cuando Jerusalén se vio amenazada por una gran fuerza militar asiria, Jehová respondió
con esta promesa: “Ciertamente defenderé esta ciudad para salvarla por causa de mí mismo y por causa
de David mi siervo”. El relato bíblico nos sigue diciendo: “Y aconteció que en aquella noche el ángel de
Jehová procedió a salir y a derribar a ciento ochenta y cinco mil hombres en el campamento de los asirios.
Cuando unas personas se levantaron muy de mañana, pues, allí todos eran cadáveres” (2 Reyes 19:34, 35).
¡Qué endebles son los ejércitos humanos comparados con la fuerza de un solo ángel!
18, 19. ¿Qué impresionante misión desempeñarán los ángeles en el futuro cercano, y qué efecto tendrá en
la humanidad?
18 En el futuro cercano, Jehová empleará a las fuerzas angélicas para ejecutar su sentencia. Muy pronto,
Jesús vendrá “con sus poderosos ángeles en fuego llameante” con la misión de traer “venganza sobre los
que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús” (2
Tesalonicenses 1:7, 8). ¡Qué gran repercusión tendrá este acontecimiento en la humanidad! Significará la
destrucción de quienes se nieguen a obedecer las buenas nuevas del Reino de Dios, las cuales se están
declarando en toda la Tierra. Solo los que busquen a Jehová y sigan la senda de la justicia y la
mansedumbre serán “ocult[ados] en el día de la cólera de Jehová” y saldrán ilesos (Sofonías 2:3).
19 Podemos estar agradecidos de que Jehová utilice a sus poderosos ángeles para apoyar y fortalecer a
sus adoradores en la Tierra. Además, comprender el papel de los ángeles en el propósito divino nos
consuela de un modo especial, pues existen ángeles que se han rebelado contra Jehová y han llegado a
estar a las órdenes de Satanás. En el próximo artículo veremos qué medidas puede tomar el cristiano
verdadero para protegerse de la poderosa influencia de Satanás y sus demonios.
Conocemos de su existencia porque Dios la reveló. Así en el
Antiguo Testamento, se nos dice que:
• Cerraron el paraiso terrestre después del pecado de Adán y Eva.
• Protegieron a Lot en Sodoma.
• Salvaron a Agar y a su hijo Ismael en el desierto.
• Anunciaron a Abraham y aSara que tendrían un hijo.
• Detuvieron la mano a Abraham cuando iba a sacrificar a su hijo Isaac.
• Asistieron al profeta Elía.
En el Nuevo Testamento, se nos dice que
• Avisaron a Zacarías el nacimiento de San Juan el Bautista.
• San Gabriel anunció a la Virgen María que sería la Madre dle Redentor.
• Alabaron a Dios por el nacimiento de Cristo.
• Revelaron a San José el misterio de la Encarnación.
• Confortaron a Jesús en su agonía en el Huerto de Gethsemaní.
• Aparecieron en la Resurrección de Cristo.
Creer en la existencia de los ángeles es una verdad de fe. Así lo definió el Magisterio de la Iglesia: "Dios
creó de la nada a una y a otra criatura, la espiritual y la corporal, es decir, la ángelica y la mundana (...)"
(Concilio IV de Letrán y Concilio Vaticano I).
Quien niegue su existencia con pertinacia, sabiendo que es dogma de fe, comete pecado mortal e incurre
en excomunión (cfr. Código de Derecho Canónico, canon 1364).
Durante la consagración como Papa de San Gregorio XV (1621), una terrible peste estaba devastando Roma
San Gregorio organizó a su pueblo en torno de una gran procesión que estaba encabezada por una pintura
de la "Virgen Gloriosa" (obra atribuida a San Lucas Apóstol). Estando la procesión en marcha, una densa
nube de aire nauseabundo se detuvo ante la pintura. Los presentes escucharon, entonces, a un coro
angélico cantar con alegría. "Regina Coeli, laetare, alleluja" El Papa San Gregorio relató luego la visión que
tuvo de un enorme ángel parado sobre el castillo, cerca de allí. Desde ese día los romanos se refieren a él
como Sant"Angelo en conmemoración de la rauda purgación de la peste de Roma. San Gregorio murió el 8
de julio de 1623. El relato de su vida se encuentra en "Vida de los Santos", de Edward Kinesman.
Dotados de una naturaleza más perfecta que la humana, esos espíritus puros fueron creados para dar gloria
a Dios, regir el mundo material y ser potentes auxiliares de los hombres en vista su salvación eterna. En un
éxtasis, Santa María Magdalena de Pazzi vio a una religiosa de su Orden (carmelita) ser sacada del
Purgatorio y llevada al Cielo por su Ángel de la Guarda. Y Santa Francisca Romana vio a su Ángel de la
Guarda conducir al Purgatorio, para ser purificada, a un alma a ella confiada. El espíritu celeste permaneció
fuera de aquel lugar de purgación, para presentar al Señor los sufragios ofrecidos por aquella alma. Y, al ser
aceptados por Dios, esa alma era aliviada en sus penas. (1)
Después de nacer, el hombre recibe de Dios uno de esos angélicos guardianes, que lo acompañará durante
la vida, protegiéndolo y comunicándole buenas inspiraciones, Si la persona hubiese vivido según la Ley de
Dios, al punto de santificarse e ir directamente al Cielo, el Ángel de la Guarda la conducirá a ese lugar
bendito. Si, en otro caso, y lo que es más probable, ella precisa purificarse en el fuego del Purgatorio, el
Ángel la conducirá después al Paraíso Celestial. O, en caso contrario, si hubiese rechazado sus
inspiraciones y buenos movimientos, condenándose del todo para siempre, lo abandonará a las puertas del
infierno.
En nuestros días, a la par del materialismo y del ateísmo reinantes en tantas almas y en incontables
ambientes, se percibe una saludable reacción - cada vez más intensa y generalizada - a esas llagas de la
civilización contemporánea. El sentimiento religioso, la creencia en Dios y en el destino eterno ganan
siempre más terreno, especialmente en el seno de la juventud actual.
Un síntoma de este renacer de los valores espirituales es precisamente el interés por los Ángeles, el
aumento de la devoción a los espíritus puros, así como los pedidos invocando su intercesión. Sin embargo
tal resurgimiento, infelizmente, se manifiesta en algunos casos mezclada de supersticiones y hasta de
manifestaciones de ocultismo. Para atender este saludable movimiento de alma, nos proponemos hoy
presentar a nuestros lectores la atrayente y actualísima temática de los Ángeles.
El Ángel sólo pasa a custodiar en nuevo ser después que este sale de las entrañas maternas. Esto porque,
desde el momento de la concepción hasta el nacimiento del nuevo ser, el Ángel de la Guarda de la madre
cuida también de la nueva criatura, así como quien guarda un árbol cargado de frutos, junto con el árbol
cuida también lo frutos (2)
Tenemos necesidad de la celestial protección angélica. Nuestra alma inmortal está destinada a ser, en el
futuro, compañera de los Ángeles y de ocupar a su lado, en el Cielo, uno de los tronos que quedaron vacíos
por la caída de aquellos ángeles puros que se rebelaron contra Dios, transformándose en demonios. Tal
necesidad sobretodo proviene de la propia flaqueza humana para alcanzar este objetivo ¿Qué empeño no
tendrá el demonio para que un recién nacido no reciba las aguas regeneradoras del Santo Bautismo?
Muchas veces también procurará causarnos males físicos.
"La función principal del Ángel de la Guarda es iluminarnos en relación a la verdad y a la buena doctrina.
Pero su protección acarrea también muchos otros efectos, tales como reprimir los demonios e impedir que
nos sean causados daños espirituales o corporales". Ellos "rezan por nosotros y ofrecen nuestras oraciones
a Dios, tornándolas más eficaces por su intercesión (Apoc. 8, 3; Tob. 12, 12), sugiriéndonos buenos
pensamientos, incitándonos a hacer el bien (Act. 8, 26; 10, 3ss). Del mismo modo, cuando nos infligen penas
medicinales para corregirnos (2 Sam. 24, 16): y - lo más importante de todo - cuando nos asisten en la hora
de la muerte, fortaleciéndonos contra los supremos asaltos del demonio" (3).
Algunas almas muy selectas, que conservaron intacta su inocencia y pureza bautismal a lo largo de la vida,
por especial privilegio de Dios tuvieron la dicha de ver a su Ángel de la Guarda. Así sucedió con San Geraldo
Magela, Santa Francisca Romana, Santa Gema Galgani y otros Santos.
Veamos dos ejemplos:
• Santa Francisca Romana: dama romana de la más ilustre estirpe, quería hacerse religiosa pero fue
obligada por sus padres a casarse, habiendo procurado santificarse en el estado matrimonial. De ese
casamiento nacieron varios hijos. Uno de ellos, Juan Evangelista, de extrema piedad, dotado con el don de
la profecía, falleció angélicamente a los nueve años. Un año después de su muerte, apareció a Francisca,
resplandeciente de luz, acompañado por un joven aún más brillante si es posible. Hizo conocer a la madre la
gloria que gozaba en el Cielo; y le comunicó que venía a buscar a su hermanita Inés, de cinco años, para
colocarla entre los Ángeles. Y que, por orden de Dios, dejaría aquel Ángel para - junto con su propio Ángel
de la Guarda - asistirla en los que le restaba de vida terrena. Era un Ángel de categoría superior, un
Arcángel.
A partir de entonces, Santa Francisca veía constantemente ese Arcángel que, según ella, brillaba más que
el sol, de manera que no conseguía mirarlo. Si Francisca dejaba escapar alguna palabra poco necesaria, o
acaso se preocupaba un poco de más con los problemas domésticos, el Ángel desaparecía, quedando oculto
hasta que ella se recogiese de nuevo. Él, con sus luces, la auxiliaba muchas veces, defendiéndola contra los
ataques del demonio, que constantemente la asaltaba (4).
• Santa Mariana de Jesús: conocida como la Azucena de Quito, después del fallecimiento del padre, siendo
aún una bebé, la madre se retiraba a una casa de campo llevándola abrazada, en el lomo de una mula. En el
paso de un río de aguas muy tormentosas, la mula tropezó y la bebita cayó de los brazos maternos... Al
mismo tiempo, la niña predestinada quedó sostenida en el aire por su Ángel de la Guarda, hasta que la
presurosa madre la recogió (5).
Valiosos consejeros celestes
Los Ángeles de la Guarda son nuestros consejeros, inspirándonos santos deseos y buenos propósitos.
Evidentemente, lo hacen en el interior de nuestras almas, si bien que, como vimos, hayan existido almas
santas que merecieron de ellos recibir visiblemente celestiales consejos.
Cuando Santa Juana De Arco, aún niña, guardaba su rebaño, oyó una voz que la llamaba: "Jeanne! Jeanne!"
¿Quien podría ser, en aquél lugar tan yermo? Ella se vio entonces envuelta en una luz brillantísima, en el
medio de la cual estaba un Ángel de trazos nobles y apacibles, rodeado de otros seres angélicos que
miraban a la niña con complacencia. "Jeanne", le dice al Ángel, "sé buena y piadosa, ama a Dios y visita
frecuentemente sus santuarios". Y desapareció. Juana, inflamada de amor de Dios, hizo entonces el voto de
virginidad perpetua. El Ángel se le apareció otras veces para aconsejarla, y cuando la dejaba, ella quedaba
tan triste que lloraba (6).
El desvelo de nuestro Ángel de la Guarda para con nosotros está bien expresado por el Profeta David en el
Salmo 90: "El mal no vendrá sobre ti, y el flagelo no se aproximará a tu tienda. Porque mandó [Dios] a sus
Ángeles en tu favor, para que te guarden en todos tus caminos. Ellos te elevarán en sus manos, para que tu
pié no tropiece con alguna piedra" (Sl. 90, 10-12).
Innumerables son los ejemplos del poderoso auxilio de los Ángeles en la vida de los Santos. Santa
Hildegonde, alemana (+ 1186), habiendo ido en peregrinación a Jerusalén con su padre y falleciendo éste en
el camino, fue frecuentemente socorrida por su Ángel. Cierto día, cuando viajaba camino a Roma, fue
asaltada y abandonada como muerta. Apenas pudo lograr levantarse, y vio surgir a su Ángel en un caballo
blanco. Éste ayudó cuidadosamente a su protegida a montar, y la condujo hasta Verona. Allá, se despidió de
ella diciendo: "Yo seré tu defensor donde quiera que vayas" (7).
Santa Hildegonde podría aplicar a sí misma el siguiente comentario de San Bernardo al Salmo arriba citado:
"¡Cuán gran reverencia, devoción y confianza deben causar en tu pecho las palabras del profeta real! La
reverencia por la presencia de los Ángeles, la devoción por su benevolencia, y la confianza por la guarda
que tienen de ti. Mira vivir con recato donde están presentes los Ángeles, porque Dios los mandó para que
te acompañen y asistan en todos tus caminos; en cualquier posada y en cualquier rincón, ten reverencia y
respeto a tu Ángel, y no cometas delante de él lo que no osarías hacer estando yo en tu presencia" (8). San
Buenaventura afirma: "El santo Ángel es un fiel paraninfo conocedor del amor recíproco existente entre Dios
y el alma, y no tiene envidia, porque no busca su gloria, sino la de su Señor". Agrega que la cosa más
importante y principal "es la obediencia que debemos tener a nuestros santos Ángeles, oyendo sus voces
interiores y saludables consejos, como de tutores, curadores, maestros, guías, defensores y mediadores
nuestros, así en el huir de la culpa del pecado, como en el abrazar la virtud y crecer en toda perfección y en
el amor santo del Señor"
Es preciso invocarlos
A pesar de la gran perfeción de su naturaleza espiritual elevada perfectisimamente al orden de la gracia,
los Angeles no tienen el poder de Dios ni su sabiduría infinita. Como explica Santo Tomás, no pueden leer
en el interior de las conciencias(Summa Theologica, 1, 57, 4 ad 31). Es preciso, por tanto que les demos a
conocer de algún modo nuestras necesidades. Como su permanencia a nuestro lado es continua y con su
inteligencla penetra de modo agudísimo en lo que expresamos, ni siquiera es preciso articular palabras:
basta que mentalmente le hablemos para que nos entienda, e incluso para que llegue a deducir de nuestro
interior más de lo que nosotros mismos somos capaces.
Por eso es tan recomendable tener un trato de amistad con el Angel de la guarda. "Ten confianza con tu
Angel Custodio.-Trátalo como un entrañable amigo-lo es- y él sabrá hacerte mil servicios en los asuntos
ordinarios cada día". (Camino, n. 562).
También podemos relacionarnos con los Angeles Custodios de los demás, para ayudarles en su tarea de
conducir al Cielo a esas almas. "Gánate al Angel Custodio de aquel a quien quieras traer a tu apostolado. -
Es siempre un gran "cómplice" (Camino, n. 563).
Esa complicidad-ordenada y querida por Dios-se extiende a todas las acciones con que hemos de ganar el
Cielo para nosotros y para otras almas.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos31/angeles/angeles.shtml#nombres#ixzz4S6QofEeH
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